Un ejemplo. Hoy hay poca claridad y una lluvia persistente, fría. Me vienen a la mente los días escolares, la sensación aquella de estar más desasistido, no obstante la protección familiar. El recorrido hasta casa lo más rápido posible. Aquel contraste entre empaparte por la calle, llegar más o menos calado al hogar y recuperarte frente al fogón de carbón que calentaba la cocina, la única estancia donde hacer vida en invierno.