225.






Leo a Huidobro en el prefacio de su Altazor

"Abre la puerta de tu alma y sal a respirar al lado afuera. 
Puedes abrir con un suspiro la puerta que haya cerrado el huracán".

Siempre que el huracán no haya derribado antes tu casa, me da en pensar. Porque entonces, ¿sería un suspiro o un bramido lo que emergiera del fondo de tu emoción?