216.

 



Se repite una y otra vez que lo importante es practicar. En los resultados no hay que creer demasiado. O, mejor dicho, que no le hagan a uno un creído. Que sea útil para uno mismo ya es mucho. Que dé satisfacción relaja el cuerpo. Que asombren las palabras seduce. Dejar abierto el ventanal para superar cada texto. El caos se ordena por sí mismo, se le ocurre. ¿Se ordena por sí mismo? No tendría sentido. El aire que entra a través de tus ejercicios te dice que tú dispones un orden a medida que escribes. No temer a la iniciación que vuelve una y otra vez. Siempre se pueden corregir chapones, enmendar planas propias, desarrugar cuadernos.