253.

 

Precisamente una de las características de la personalidad soñadora es no distinguir. Ni el tiempo, ni la luz, ni los límites del individuo que habita en ella. Los sueños levantan espacios contrapuestos a los de la conciencia. Ya desde la infancia se exige aparcar los sueños para aceptar la conciencia que viene impuesta desde fuera. Códigos, reglas, pensamientos, creencias, deberes...Larga lista que el soñador debe cargar sobre sí para ser aceptado por la grey. No se permiten ovejas descarriadas ni garbanzos negros.